HOTSU
BODAISHIN El espíritu del despertar
Comentarios de
TAISEN DESHIMARU: Concentraos bien en la respiración.
Aspirar profundamente. No hay que permanecer en su pensamiento; así,
una espiración profunda siempre puede ayudaros a encontrar el
samadhi.
Ayer hablé de
los momentos de nuestras acciones. Una acción se realiza sólo
cuando la hacemos. En verdad, no existe antes y no existe después,
existe en el momento mismo, en la totalidad del momento presente.
Así, en nuestra vida, vamos de momento en momento, como los
puntos en la línea del kesa que hacen una línea recta.
Nos equivocamos pensando que nuestra vida es sólo una línea
del nacimiento a la muerte, nos equivocamos pensando que el tiempo es
algo paralelo a nuestra vida, que tenemos que correr detrás o
que ya ha pasado. Es verdad que la vida pasa como una flecha pero el
tiempo es nuestra existencia y la existencia es el tiempo, el
ser-tiempo.
Así, en el
tiempo del zazen podéis entenderlo porque toda nuestra
atención está lista, preparada, y es por eso que os
gusta zazen.
En un instante, sin
pensamientos, entendéis, entendéis la existencia pura.
De un lado veis vuestro karma: fuerte, profundo, no tan bueno. Pero
la observación de vuestro karma es una observación que
no mancha, porque al mismo tiempo, en el instante presente, sois
totalmente puros. En un instante aparece ‘uchu ippai no zazen’,
el zazen que llena el Universo. Y Bodaishin, el espíritu del
despertar aparece. Así, dejad pasar los pensamientos, no
tienen existencia propia, concentraos aquí y ahora. Ahora,
espiráis profundamente.
Pensar con el
cuerpo, abandonar el pensamiento intelectual. Un momento, dos
momentos, cien momentos. Entrar en un dojo no es sólo sentarse
y cruzar las piernas, también hay que abandonar el ego,
olvidar el yo y lo mío, naturalmente poner su karma a
disposición de la práctica de la Vía.
Cambiar el karma,
transformar la acción del pensamiento, de la boca, de las
palabras, del cuerpo. Hay uno en el dojo, que cada vez que me llama
por teléfono, me dice: “¡Qué mal karma
tengo!”. Siempre me lo repite. Es verdad que es difícil
cortar su karma. Cambiar de dirección es difícil,
cambiar sus acciones complicadas, podridas; pero es posible, primero
hay que decidir cortarlo.
También, si
uno decide totalmente practicar zazen, es la misma decisión
que cortar su karma, cambiar sus acciones y, tarde o temprano, el mal
karma cambia. No nos damos cuenta que era la misma decisión
que la de empezar a practicar la Vía: empezar a buscar la
verdad.
Cuando uno viene
cada mañana y sigue repitiendo zazen cada mañana, es
seguro que su karma cambiará. Antes de entrar en el dojo por
la mañana, hay pocas ocasiones de tener un mal karma. Las
primeras acciones son muy naturales: despertarse, lavar su cuerpo,
vestirse, venir al dojo. Naturalmente, queda siempre el espíritu,
los pensamientos, las voliciones. Pero una vez en zazen, una fuerte
atmósfera en el dojo y el espíritu se tranquiliza,
cambia; sólo queda la observación, la observación
de la postura y la observación de la actitud del espíritu.
¿Cómo pensar durante zazen?. No lo que pienso, sino,
¿estoy pensando o no estoy pensando?. La observación no
deja huellas. Y naturalmente, cada zazen, una
pequeña
semilla de sabiduría se deposita en el granero de la
conciencia. Así, automáticamente, cambia el karma, sin
querer, sin esfuerzo; automáticamente aparece Bodaishin.
Bodaishin, el
espíritu del despertar, el espíritu que nos conduce a
la Vía, el espíritu que nos sigue en la Vía.
Al principio del
Gakudo-yojin-shu está dicho: “Bodaishin, el espíritu
del despertar, recibe numerosos nombres pero el espíritu es
único”. El Patriarca Nagarjuna dijo: “El espíritu
que medita sobre la aparición seguida de la desaparición
y sobre la impermanencia del mundo, este espíritu lo llamamos
espíritu del despertar, Bodaishin”.
La aparición
y la desaparición: se trata de nuestra existencia, nacer,
vivir, morir; la impermanencia, mujo. Así, el espíritu
del despertar, Bodaishin, aparece cuando uno realiza la
impermanencia. A veces, la realizamos cuando alguien cercano muere y
esta circunstancia nos puede acercar a la Vía, es un
despertar. Pero también nos puede hacer quedar en el
sufrimiento, la pasión; la puerta no se abre. El maestro Dogen
sintió profundamente mujo cuando murió su madre. El
tenía ocho años, y cuando vio el humo del incienso que
subía, durante la ceremonia de cremación de su madre,
sintió mujo y tomó la decisión de practicar la
Vía, buscar la Vía.
Recuerdo que yo
sentí mujo muy fuerte cuando murió Etienne. Yo ya
practicaba desde hacía muchos años pero él tenía
sólo 4 ó 5 años más que yo. Etienne
Zeisler, Mokusho Zenko, que era nuestro hermano mayor en el Dharma.
Murió muy rápido y como era joven, fuerte, guapo, me
impresionó mucho. Pensé: “Ahora hay que practicar
el amor, no tener más celos o historias con la gente”.
Pero este tipo de decisión no se toma solo.
Así, cuando
alguien cercano muere, a veces aparece Bodaishin, el espíritu
del despertar, algo que conduce nuestra práctica. Pero mujo
trata sobre todo de nosotros mismos, de realizar la impermanencia de
nuestra vida; es decir, que a cada momento podemos morir. Así,
lo que trata, lo que enseña el Zen, el zazen, es cómo
existir con mujo, comprender la aparición y desaparición,
cómo vivir sin pudrir nuestro espíritu, sin ser
egoístas.
En el
Gakudo-yojin-shu, el maestro Dogen dice: “El que olvida un
instante el yo y lo mío se vuelve íntimo con Bodaishin,
el espíritu del despertar. Cuando la visión del yo se
levante, sentémonos tranquilamente y examinémonos con
cuidado. ¿Cuál es el origen de nuestro cuerpo interno y
externo? El cuerpo con los pelos y la piel que recibimos de nuestros
padres está formado por dos gotas: una gota roja y otra
blanca. Desde el principio al final es vacuidad y no constituye un
verdadero yo”.
El conocimiento que
resulta del pensamiento, del espíritu, del saber, está
atado a la duración de la vida, que pasa cuando se paran la
inspiración y la espiración. Por eso, tampoco el
conocimiento constituye un yo. Eso no es filosofía, es sólo
observación. Seguiré mañana hablando de
Bodaishin, el espíritu del despertar, el espíritu que
nos conduce a la Vía.
Bodaishin, el
espíritu del despertar. Hoy es viernes, hay poca gente en el
dojo. Es difícil levantarse para todos pero la acción
de levantarse, venir al dojo, practicar zazen, es la manifestación
de un Bodaishin fuerte. No cambiar la decisión.
Ayer dije que
Bodaishin es el espíritu que medita sobre la aparición
y la desaparición, el espíritu que realiza, comprende
la impermanencia, mujo; la impermanencia de los hombres y la
impermanencia del Universo. Hay aparición, duración,
desaparición.
Nos apegamos a este
cuerpo, esta existencia. Hacemos toda una historia alrededor de
nuestra existencia pero al principio, en el origen, son sólo
dos gotas, una blanca y una roja, que coexisten, que se encuentran en
el mismo instante. La existencia; nos apegamos al espíritu que
dice: “Yo” o “Es mío, es mi mujer, es mi
trabajo, mi casa”. Nos apegamos a nuestro convencimiento,
nuestra experiencia, de que sólo están atados a la
duración de nuestra vida. ¿Qué pasa con todo eso
cuando se paran inspiración y espiración? Es un poco
como enseñar a alguien una fotografía de nuestra
primera comunión y decir: “Ese soy yo”. No es
falso pero tampoco es correcto. El rostro del chico de la primera
comunión puede aparecer una vez u otra durante la vida pero no
permanece, no existe como algo único.
En el
Gakudo-yojin-shu, el maestro Dogen dice: “Fusionarse con un yo
que es un no-yo, apegarse a un producto que es un no-producto, no
practicar la Vía búdica que hay que practicar, no
eliminar el mundo que hay que eliminar, es tener aversión a la
Ley Verdadera y buscar una vía falsa”. ¿Ahí
hay algo que sea erróneo? El maestro Dogen no se dirige a
gente ordinaria, se dirige a los monjes, a la gente que quiere
practicar.
El nacimiento, la
duración, la muerte, no existen en un mismo instante. En el
instante del nacimiento, de la aparición, existe sólo
el nacimiento. En el instante de la duración, existe sólo
el instante
de la duración.
En el instante de la desaparición, de la extinción,
existe sólo el instante de la desaparición, de la
muerte.
En zazen entramos en
la totalidad de un instante. Dije ayer que no es filosofía,
sino observación, observación y concentración:
zazen.
Ayer bajé a
la cocina para buscar un cuenco, un cuenco en el que se había
servido la guenmai, para hacer una masa, y observé que este
cuenco estaba sucio de la guenmai de la mañana. La cacerola
grande también estaba sucia de la guenmai del martes. No es
mucho lavar cinco minutos. No es sólo el trabajo del
responsable de servir la guenmai. Normalmente cada uno, después
de la guenmai, debería lavar su cuenco. Sólo dos
minutos y todo queda limpio.
Al principio, este
instante no pertenece a vuestra vida pero, si lo hacéis entrar
en vuestra vida, se convierte en un instante de práctica, en
un instante de despertar. Al mismo tiempo, podéis practicar la
buena armonía en el dojo, es importante. No sólo los
responsables de la guenmai, la gente que come la guenmai. Los
responsables de la guenmai ya dan mucho, con mucha regularidad, está
bien. Los que comen también deben limpiar, hacer samu.
Practicar zazen con
el cuerpo y el espíritu juntos, pensar con el cuerpo. La
postura es la base, la postura es el despertar mismo. Al principio
cuesta; las rodillas, la columna vertebral. Es muy importante
bascular la pelvis hacia delante, a la altura de la quinta vértebra
lumbar. Eso permite empujar bien el suelo con las rodillas y tener
estabilidad, equilibrio, una base fuerte, un contacto fuerte con la
tierra. Y, a partir del punto de la quinta vértebra lumbar,
estirar la columna vertebral, estirar la nuca, como si quisiéramos
empujar el cielo con la cima de la cabeza. Entrar el mentón,
dejar caer los hombros, acabar con las tensiones, mantener los
pulgares formando una línea recta, fuerte, y liberar, relajar
el vientre. Así, podréis concentraros en una espiración
profunda que empuja los intestinos.
Hay uno que quiere
una entrevista íntima, personal, pero ya le enseñé
personalmente qué hacer con las dificultades que tiene con la
postura y no lo hace. He dicho: “Si la rodilla no puede tocar
el suelo, hay que poner algo debajo, algo blando, para tener el mismo
movimiento de la pierna y de la pelvis”. Esa persona pone algo
duro, así que no ayuda a su rodilla a bajar, sino que se
levanta, levanta la rodilla y desequilibra la pelvis; eso es muy
peligroso.
Zazen no es un
juguete, una cosa más de la vida, zazen es la Vía. Hay
que seguir exactamente la postura transmitida, sino es peligroso.
El espíritu
que observa sho, la aparición, y metsu, la desaparición:
la vida, la muerte, la impermanencia de nuestra existencia, la
impermanencia del mundo social. Este espíritu se llama
Bodaishin, el espíritu del despertar, el espíritu que
reconoce mujo, la impermanencia de nuestra vida misma y la
impermanencia del mundo de los fenómenos.
A veces, un golpe
fuerte de la vida nos hace realizar mujo y nos abre la Vía. A
veces, un golpe fuerte de la vida nos hace realizar mujo pero nos
deja en el dolor del sufrimiento y la pasión.
Un rey tenía
una mujer maravillosa, hija de la tierra. Un día, ella se
preparaba para atravesar el gran mar y el rey estaba muy triste. Un
ministro dijo para consolarle: “El rey tiene la fuerza del
conocimiento y sabe que su señora volverá sin tardar,
¿por qué sufre tristeza?”. Y el rey contestó:
“Lo que me entristece no es pensar que mi mujer no volverá,
sino que temo que a su vuelta su juventud se haya fugado”. Eso
es sólo ver una parte de la impermanencia. Es la misma mirada
que apegarse a los bienes, posesiones o apegarse a su propia
inteligencia, como apegarse también a una juventud. Un cuerpo
que ya se nos escapa. Realmente, ¿qué edad tenemos?
¿Cuánto tiempo nos queda para practicar, para buscar la
verdad?.
Cuando realizamos
mujo es como un fuego que se quemara sobre nuestra cabeza y Bodaishin
se manifiesta, la Vía se manifiesta.
En la Prajnaparamita
está dicho: “La perfecta noción de impermanencia
es observar los dharmas condicionados; es decir, los fenómenos
de la vida nacen y perecen como el polvo llevado por el viento, como
el agua que resbala por la montaña, como el fuego que se
apaga. Son sin solidez, sin rigor, no pueden ser ni cogidos ni
detenidos, son iguales a creaciones mágicas que engañan
al profano. Gracias a esta impermanencia, el sabio puede salvar el
umbral de la vacuidad y como en la vacuidad ningún dharma
existe, la impermanencia tampoco existe. Al igual que en el
nacimiento, la duración y la destrucción no pueden
existir, en el momento de la destrucción, el nacimiento y la
duración no pueden existir”.
Es como una historia
de amor que empieza, dura y se acaba. Nacimiento, duración y
destrucción, oponiéndose mútuamente por su
carácter y su naturaleza. Como no existen juntos, la
impermanencia no existe. Así podéis comprender la
importancia de la concentración en el momento presente.
Durante zazen podéis comprenderlo sin pensar, sólo por
zazen, la práctica durante el presente seguido de otro momento
presente. Podéis
entrar en ‘uchu ippai no zazen’: el zazen que llena todo
el Universo, la guenmai que llena todo el Universo.
A la pregunta:
“¿Cómo un pobre hombre como yo puede tener la
naturaleza de Buda?”, el maestro Kodo Sawaki contestaba:
“Imbécil, ¡qué dices!, ¿no estás
en el corazón mismo de la naturaleza de Buda?”. Si
hechas a la calle tus ilusiones, estás en el centro mismo de
zazen. El problema no es tener o no la naturaleza de Buda. Cuando
bebes alcohol cada articulación, cada músculo, cada
célula, tu cuerpo entero está borracho. Cuando haces
zazen tu cuerpo entero es zazen.
Hoy no quería
que hiciese un mondo pero no hago el mondo, no es una pregunta muy
importante. Los kimonos de las chicas: las chicas que llevan su
kimono por la mañana son las chicas que hacen la campanita y
que me ayudan. Si de un lado hay culpa, de otro está bien,
porque me ayuda para la ceremonia. No hay culpa.
Bodaishin existe
antes de tener su nombre. Bodaishin es el espíritu que nos
enseña la Vía. Bodai es bodhi el despertar. También
Do, la Vía. Hay un capítulo del Shobogenzo que se llama
Hotsu Bodaishin: “Establecimiento de Bodaishin, el espíritu
del despertar”.
Al principio de este
capítulo, el maestro Dogen dice: “En general, hay tres
clases de espíritu: el primero es citta, que aquí en
Oriente es llamado el espíritu que piensa. El segundo es
hridaya, que aquí en Oriente es llamado el espíritu de
las hierbas y los árboles. El tercero es vriddha, que aquí
es llamado el espíritu concentrado y con experiencia. Entre
los tres, Bodaishin, el espíritu del despertar, se establece
en relación con el espíritu que piensa, citta. Bodai,
bodhi, es el sonido de una palabra india y aquí lo llamamos la
verdad, la Vía. Sin este espíritu que piensa es
imposible establecer Bodaishin”. No quiere decir que el
espíritu que piensa es Bodaishin, el espíritu del
despertar, sino que establezcamos Bodaishin con el espíritu
que piensa. Pero establecer Bodaishin, ¿qué es? Es
hacer el voto y esforzarse en que antes de atravesar yo mismo, haré
atravesar a todos los seres vivientes. Antes de liberarme, liberaré
a todos los seres vivientes. Ese es el voto del bodhisattva.
Al final del Hannya
Shingyo lo cantamos juntos: “Gyatei, gyatei, hara gyatei, hara
so gyatei, boji sowaka”. Es un mantra, es decir, una fórmula
de protección, de ayuda. “Gyatei, gyatei, hara gyatei,
hara so gyatei, bo ji sowaka”: “Vamos, vamos todos juntos
a la otra orilla, a la orilla del satori, del despertar”. Así,
desde el principio, Bodaishin enseña el verdadero mushotoku,
sin meta personal, la verdadera interdependencia entre los seres
vivientes.
El bodhisattva es
como un guía. Enseñar la existencia de la otra orilla:
eso es Bodaishin. Así, cuando Eno, el sexto Patriarca, era un
joven leñador, transportaba la leña a la ciudad y nunca
había oído hablar de Bodaishin. Estaba sólo
preocupado por su madre, por hacer un poco de dinero, por comer. De
repente, una noche de tormenta, se puso bajo la protección de
la puerta de un templo en la ciudad, en la montaña alrededor
de la ciudad. Oyendo a los monjes cantar el Sutra del Diamante,
estableció Bodaishin: “Cuando el espíritu no se
fija, el verdadero espíritu aparece”. En un momento supo
que había algo más importante, más allá,
más fuerte que su existencia de leñador y se dedicó
a bodai, al despertar.
ZAZENSHIN
Zazenshin. Es un
poema del maestro Wanshi. Luego comento el maestro Dogen, que
escribió también otro poema llamado Zazenshin:”
Zazen es zazen que practicáis ahora. Shin es la aguja muy
precisa, la aguja de acupuntura que cura las enfermedades del cuerpo,
del espíritu, mentales. Shin es el método para curar el
cuerpo y el espíritu, la aguja que cura los dolores del
pensar, del no-pensar, del como pensar durante zazen. Apunta
directamente.”
Eso era una pregunta
que hizo un monje al gran maestro Yakusan. Le pregunto:” ¿En
que piensa usted cuando está en la postura de la montaña
inmóvil?.” El maestro contestó:” Pensando
en el estado de no-pensar”. El monje dijó:”¿Cómo
el estado de no-pensar puede estar pensando?”. Yakusan
contestó:” Hishiryo”.
Así empieza
el Zazenhin. El como pensar durante zazen, como no-pensar; hishiryo.
A la pregunta del monje el maestro Deshimaru ha traducido:”Practico
shiryo a propósito de fushiryo. Shiryo es pensar, fushiryo es
no-pensar. No podemos pensar en no-pensar; hishiryo.
El maestro Dogen
dice:”Practicando zazen, la montaña inmóvil, tal
como lo enseña el maestro Yakusan, debemos aprender en la
práctica de zazen y recibir la auténtica transmisión
de zazen. Eso es la investigación de zazen, tal que ha sido
transmitida desde el Buda Shakyamuni.”
Yakusan era
descendiente de Eno, el sexto patriarca: Eno, Seigen, Sekito,
Yakusan. Es la línea soto, siglo IX.
Así, ahora
Dogen habla de la transmisión del soto zen. Transmitir el
katsumyaku, la transmisión ko. En un kanji que representa dos
manos y un cuenco. Dos manos que ofrecen un cuenco, ko, transmisión,
ofrecer, dar, recibir.
Las palabras
pensando en no pensar no son un nuevo medio inventado por Yakusan,
sino que incluyen el pensar como la piel, los huesos, la carne y la
médula. Incluyen el no-pensar como la piel, los huesos, la
carne y la médula. También eso es la transmisión
de Bodhidharma a sus discípulos, los cuatro.
A uno le dijó:”
Has recibido mi piel”; al segundo le dijo:”has recibido
mis huesos”; al tercero le dijo:” has recibido mi carne”;
y al cuarto, Eka, el segundo patriarca, le dijo:”has recibido
mi médula”.
Así que el
pensar forma parte de la transmisión, el no-pensar también.
Es la única verdadera manera de acercarse al zen, con el
pensar y el no-pensar. También es la única manera de
convertirse en Buda. Hishiryo; pensar sin pensar, no pensar sino
pensar, pensar en lo más recóndito del no-pensamiento.
Pensar más allá de los pensamientos. Así lo
traducía el maestro Deshimaru, hishiryo
Entonces el monje
dice:” ¿Cómo el estado de no-pensar puede estar
pensando?
Esta claro que
aunque el estado de no-pensar existe desde mucho tiempo, siempre es
impensable a cada momento. ¿Cómo podría estar
pensando?. Y en zazen ¿cómo podría ser imposible
que el pensar existe?, ¿por qué la gente no entiende
que zazen está más allá del pensar y del
no-pensar?
Zazen Shin. La gente
debería preguntarse profundamente a propósito de zazen,
del pensar, del no pensar. El gran maestro Yakusan dijo: “Hishiryo”.
Este uso de hishiryo es brillante. Hishiryo en la boca de Yakusan
significa la libertad perfecta, por nosotros mismos, exactamente como
una perla que rueda. Y así es nuestra existencia.
Al mismo instante,
cada vez que pensamos en el estado de no pensar, inevitablemente
usamos hishiryo. Esa es la acción de Ji Yujo, como el Ji Yujo
Zanmai del Bendowa, la verdadera libertad, el samadhi de la verdadera
libertad; y el acto de liberarse por sí mismo también
es un aspecto de hishiryo. Dentro de hishiryo hay alguien, y este
alguien se mantiene, depende de mí.
Zazen; aunque está
el “yo”, no es sólo pensar, es sostener la cabeza
de zazen. Cuando practicamos zazen sólo como el acto de zazen,
en ese mismo instante el ego personal que piensa no existe más.
Eso podéis comprobarlo, practicarlo. Zazen solo realiza, zazen
solo actúa. Y aunque zazen sea zazen, ¿cómo
zazen podría pensar en zazen?
Entonces zazen está
más allá de la capacidad intelectual del Buda, más
allá de la capacidad intelectual del Dharma, más allá
de la capacidad intelectual del estado de realización, más
allá de la comprensión intelectual y de la capacidad
intelectual de la comprensión misma.
Cuerpo-espíritu.
Con el pensar solo no es posible. Zazen realiza zazen a través
de cuerpo y espíritu. Uno.
Sigo con el
Zazenshin del Maestro Dogen.
Ahora está
criticando el zazen equivocado como es de pensar, que zazen es borrar
el mental o poner la mente en blanco y esperar en estado de quietud.
No tiene nada que
ver con la verdadera enseñanza de zazen. La conciencia
Hishiryo que transmite Yakusan, que transmite Buda.
Incluso esta opinión
es inferior a la de los eruditos del pequeño vehículo,
incluso es inferior al vehículo de los hombres y de los
dioses. El vehículo de los hombres es la conciencia del mundo
ordinario, tal como lo vivís. El mundo de los dioses el
paraíso idílico. ¿Cómo tales gentes
pueden llamarse estudiantes del Buda-dharma?.
En nuestros días
hay un montón así, también en el gran reino de
Isan. Es lamentable. La verdad de los patriarcas ha caído en
ruina. Así que el problema de la exactitud de zazen, de seguir
zazen, no es sólo un problema de nuestros días de
decadencia. Era algo que existía en los tiempos de Dogen,
incluso en China, donde él recibió la transmisión
del verdadero zazen a través de Nyojo.
También hay
otra especie de personas que dice: “Sentarse en zazen y
perseguir la Vía es un mecanismo esencial para los
principiantes, pero no es necesariamente la acción de los
patriarcas budistas. Para ellos caminar tambien es zen, hablar o
guardar silencio, movimiento o descanso. El cuerpo está en
paz. No es necesario asociar los patriarcas budistas exclusivamente a
la práctica de zazen”.
Así habla
esta gente. Muchos de ellos, que se dicen seguidores del rinzai,
tienen también esta opinión. Hablan así porque
han descendido la recepción de la transmisión, de la
verdadera Vía de Budadharma. Pero: ¿Qué es un
principiante?; ¿Dónde colocar a los principantes?.
Recordar, que como
medio de investigación establecido en el estado de la Vía,
perseguimos la Vía en zazen. Así es nuestra escuela
transmitida. Eso significa, que en la forma, en el aspecto
manifestado hay
un Buda activo, que
no cuenta con convertirse en Buda. El Buda activo es zazen. Zazen es
el cuerpo de Buda, el espíritu de Buda. No es por eso que sois
Buda. Así, tal como lo explica el maestro Dogen, este zazen es
la transmisión de maestro a discípulo. Este cuerpo de
Buda y este espíritu de Buda-hishiryo, es la practica misma de
zazen.
Ahora el maestro
Dogen acaba de criticar las opiniones equivocadas a propósito
de zazen. Los que piensan que zazen es poner lo mental en blanco o
que zazen es solo importante para los principiantes, que despues
basta con encontrar la Vía en andar o sentarse, hablar o
callarse, y que con el tiempo no es necesario practicar zazen porque
además duelen las rodillas, el maestro Dogen dice: “Debeis
recordar siempre que la investigación establecida del estudio
de la Vía es perseguir el estado de la Vía en zazen.
Claro que cada acción de nuestro cuerpo y de nuestro espíritu
puede convertirse en el zen de Buda, pero el verdadero estado de la
vía del zen puede existir solo a través de la práctica
de zazen. El asunto en su forma manifestada es que hay Buda en acción
que no cuenta con llegar a ser Buda. Porque Buda en acción
esta absolutamente mas allá de llegar a ser Buda. El universo
esta realizado”.
Ahora expresa zazen
mushotoku de la transmisión, el Buda en acción es el
zazen Buda, la postura es el Buda. Eso no significa que a través
de la práctica de zazen el Buda esta creado, eso significa que
zazen mismo es el cuerpo y el espíritu, o el espíritu
infinito, o Buda mismo. Es la realización del satori, la
experiencia de la verdad.
El maestro Deshimaru
enseño totalmente zazen-buda, el mismo era zazen-buda, cortó,
cambio su karma, cortó las confusiones. El cuerpo Buda es
absolutamente mas allá de llegar a ser Buda, pero cuando las
redes y las jaulas estan rotas, zazen-buda no impide en absoluto
llegar a ser Buda.
En el instante
mismo, el poder está presente originalmente a través de
miles de tiempos de diez miles de tiempos de entrar en el estado de
Buda o entrar en el estado de demonio, y los pasos hacia delante y
los pasos hacia atrás poseen la capacidad ultima de llenar las
almas, de llenar los valles. Si cortamos nuestro espíritu de
apego entonces no existirán mas relaciones entre Buda-zazen y
Buda que cuenta con llegar a ser Buda. En este instante mismo zazen
Buda solo es el verdadero Buda. Así lo enseña el
maestro Dogen.
El maestro Dogen
dice: “El Buda en acción no cuenta con llegar a ser
Buda, porque Buda en acción esta mas allá, en una
dimensión más infinita que la de llegar a ser Buda.
Buda en acción es zazen-buda, la postura, pero el verdadero
zazen sin equivocación”.
Lo que noto desde
hace cinco años que vivo aquí, es que hay poca gente
que sigue, que viene cada mañana, no solo un mes, dos meses,
no solo un año. Lo que noto es la falta de conciencia
espiritual. Tomáis el zen como una cosa mas de vuestra vida,
lo debilitáis con vuestra practica floja, seguís el
mundo del social, del polvo rojo, de la casa, de la familia, y añadís
un poco de zen para poner pimienta, un poco de dificultad.
No es el verdadero
espíritu de la Vía, nunca podréis encontrar el
Buda en acción. Hay que preguntarse: ¿Por qué?
¿Qué hago? ¿Es un juego en la vida, o es la cosa
real que busco?. Los fenómenos, si os quedáis solo en
una relación superficial con el zazen, con la pequeña
shanga, todo el dojo esta debilitado, no hay espíritu de la
Vía: “Quiero hacer eso, quiero ser responsable, estoy
orgulloso de ser responsable”. Un mes, dos meses, tres meses, y
al final nadie: “estoy cansado”, “no puedo”.
Siempre se repite la misma cosa, no es realmente el espíritu
del despertar. Si los maestros de la transmisión hubiesen
practicado de esa manera, haría tiempo que el zen se habría
extinguido, incluso la palabra zen, zazen, estaría olvidada.
Entonces: ¿Qué
es zazen en acción? ¿Qué es Buda en acción?
¿Qué es Buda?. No intentéis curvar la Vía,
esto es muy superficial.
Buda en acción
es este cuerpo y este espíritu que practica zazen
conscientemente, la acción de practicar con el cuerpo, es el
cuerpo de Buda. La acción de practicar Hishiryo es el espíritu
de Buda. Es por ello que la repetición es tan importante. El
cuerpo de Buda, el espíritu de Buda no esperan, no cuentan con
llegar a ser Buda, así, no hay separación entre la
practica y la vida, hay solo el esfuerzo de practicar zazen, hay solo
el esfuerzo de buscar la Vía.
El buda-zazen esta
mas allá de llegar a ser Buda. Es la flecha que da en el
blanco, eso es el buda-zazen; sin meta, el encuentro íntimo,
tambien este encuentro íntimo se llama vía de la
perfección, porque no tiene meta, existe en sí mismo,
brilla es si mismo, esto es el zazen.
Si vosotros cogéis
la Vía como algo superficial, solo existirá la Vía
como algo superficial, es una pena, una gran tristeza, perder el
desarrollo de Buda, perder la propia existencia.
En un instante
mismo, en este mismo instante es cuando podeis desataros de las
redes, de las jaulas de los apegos de la vida cotidiana. Buda en
acción es Buda, zazen-buda es Buda. No perdáis el
tiempo, si no estáis seguros de vuestra practica, podeis
hablar conmigo.
Cuando uno sabe que
otro condiscípulo se equivoca, hay que hablar con él.
También se puede hablar conmigo. Tenéis que tener la
fuerza profunda de enseñar la Vía correcta. Cuando uno
enseña a una sola persona, puede enseñar al universo
entero. Debeis tener confianza en vuestra practica, debeis
convertiros en los reyes del Samadhi.
El Zazenshin sigue
con el mondo entre Baso y Yakusan. Baso era discípulo de
Yakusan, ya había recibido la transmisión y practicaba
zazen día y noche. Un día Yakusan paso y le preguntó:
¿Qué quieres conseguir practicando zazen?. Baso
contestó: “Quiero convertirme en Buda”. Entonces
el viejo maestro cogió una teja y empezó a pulirla.
¡Maestro! ¿Qué estas haciendo?. Yakusan contestó:
“quiero convertirla en espejo”. Es muy famoso.
Entonces Dogen va a
comentar cada parte del mondo, cada pregunta. ¿Por qué?
¿Por qué hacemos zazen? ¿Cómo hacemos
zazen? ¿Con qué intención? ¿Para
conseguir qué?. Muchas veces las respuestas no son muy
profundas, son deseos de la conciencia ordinaria, entonces uno se
agota rápidamente. ¿Cómo convertir en espejo una
teja? ¿Cómo convertir en Buda a un hombre ordinario?.
Es la reacción entre nosotros mismos, zazen, Buda y el yo que
persigue zazen, zazen que persigue Buda, Buda que persigue el yo.
Lo que pasa es que
no debeis practicar como ciegos, debeis realizar profundamente lo que
estáis haciendo. La certeza, la pequeña estrella que
brilla en el lugar donde no se veía nada, pero en un mundo
donde hay miles y miles de estrellas.
El Zazenshin. El
punto preciso del zazen. Ahora el maestro Dogen está en el
mondo entre Nangaku y Baso. Baso había recibido la
transmisión, el sello de la Ley, del maestro Nangaku; y seguía
haciendo zazen sin parar.
Un día fue
Nangaku a verlo y le preguntó, “¿A dónde
apuntas cuando haces zazen, cuál es tu meta al hacer zazen?”.
Es una pregunta interesante. Digo siempre al principio, cuando uno
viene al dojo, que se tiene una meta en relación con su
conciencia. Muy pocas personas tienen ahora una vida espiritual
establecida: buscar la Vía por la Vía, buscar zazen por
zazen.
Venimos para
curarnos. Es por eso que el maestro Wanshi emplea también la
palabra aguja para expresar shin, el espíritu. La aguja que
cura. Venimos para curarnos; algunos lo saben, otros no. Curarnos de
nuestras enfermedades que poco a poco nos ha traído la vida
cotidiana. Algunas son físicas, otras de malvivir.
Buscar algo, ¿para
qué? Para tener más energía, para tener más
sabiduría. Zazen, el Buda último, no es algo para
conseguir algo. Es una práctica. El maestro Dogen dice, “Mejor
que querer el dragón esculpido, debemos querer el verdadero
dragón”. Pero los dos dragones tienen el poder de las
nubes, de la lluvia. El dragón esculpido y el verdadero zazen
es la diferencia entre el sueño y la cosa real. Pero el sueño
también es un reflejo de la cosa real.
A veces también
estamos demasiado preocupados con la intimidad de nuestro cuerpo.
Otras veces nuestro cuerpo nos parece demasiado alejado, como un
desconocido. No aprendemos directamente de él; de la misma
manera con nuestra conciencia. A veces somos íntimos con ella,
es el verdadero dragón que podemos tocar, otras veces está
muy lejos. Leemos sobre la conciencia, pensamos sobre la conciencia,
pero ni la tocamos.
Pensad siempre en
los dragones. Así en zazen, ¿a dónde apuntáis,
a la idea de un satori alejado más allá de la práctica?
En zazen debemos apuntar al cuerpo de Buda puesto en zazen, al
espíritu de Buda puesto en zazen. No hay separación.
Shikantaza: sólo sentarse. Buscáis demasiado deprisa.
Tampoco hay que caer en lo manchado. Comprended los versos del
maestro Tozan, “La Vía no existe solamente en los demás.
Ahora voy solo, pero en armonía con todas las existencias”.
Voy solo no significa la soledad. Practico solo, hago zazen solo.
Zazen: sólo
sentarse. No hay separación con la meta. La encontramos aquí
y ahora, es la práctica.
Sigo con el
Zazenshin del maestro Dogen. Zazenshin, el punto preciso del zazen,
lo que se transmite directamente, el zazen-buda.
Ahora se trata de un
mondo entre Nangaku y Baso; Baso no era cualquier monje, había
recibido la transmisión de Nangaku y seguía practicando
zazen, mucho, sin parar. Tenía un gyoji fuerte; es importante
la repetición, zazen es difícil. Porque al mismo tiempo
que nos despierta, nos abre los ojos. Al mismo
tiempo da también
fuerza a nuestro karma, a lo que somos, a la mezcla de causas y
efectos que hacen lo que somos y que pueden manifestarse o no
manifestarse.
Muchas veces, cuando
observamos nuestra existencia se repiten las cosas; el karma se
manifiesta, se repite.
Así, nosotros
repetimos el karma de zazen. Pero, ¿donde se sitúa
zazen exactamente?
Es un poco el punto
del mondo entre Yakusan y Baso. Yakusan le preguntó:”
¿Por qué practicas zazen?”
Baso contestó:”Para
llegar a ser Buda”.
Estudié esta
palabra: “llegar a ser”, o “volverse Buda”, o
“convertirse en Buda”, o “hacerse Buda”.
Así, en la
respuesta de Baso hay la meta para llegar a ser Buda, pero también
debemos estudiar lo que significa llegar a ser Buda; si se trata de
un Buda que existe aparte del ego habría que abandonar el ego
para llegar a ser Buda. ¿O es un Buda que existe ya en nuestra
naturaleza profunda, que aparece de sí mismo pero en el que
pensamos que podría existir en nosotros y manifestarse?. ¿O
es que practicando zazen tenemos en nuestra conciencia un Buda, u
otro Buda podría manifestarse practicando zazen?, ¿o es
que llegar s ser Buda es el abandono del cuerpo-espíritu?
Es muy fácil
que aparezcan las complicaciones entre la práctica y la meta.
Las complicaciones son idénticas a las ramas de la encina que
se cruzan, se mezclan, no se puede encontrar la raiz; puede también
que cuando llegamos a ser Buda ya no hay meta.
Entre las ramas que
se entrecruzan también aparece el karma personal, el espíritu
del despertar. No hay que equivocarse en el esfuerzo del zazen.
Porque no puede ser un esfuerzo sólo para sí mismo,
como la ignorancia del andar 100km bajo el sol; el esfuerzo de zazen
se realiza con el universo entero, el zazen-buda. Y el zazen-buda se
repite, no se cansa, la meta se actualiza; muso, no-aspecto, como el
kesa
MAKA HANNYA HARAMITA
SHINGYO
Esencia del sutra de
la gran sabiduría que permite ir más allá
El Bodhisattva de la
verdadera libertad, gracias a la práctica profunda de la gran
sabiduría, comprende que el cuerpo y los cinco skandas
(sensación, percepción, pensamiento, actividad,
conciencia) son solo vacío - ku - y gracias a esta comprensión
ayuda a todos los que sufren.
¡Oh Sariputra!
Los fenómenos no son diferentes de ku. Ku no es diferente de
los fenómenos. Los fenómenos se vuelven ku, ku se
vuelve fenómenos (la forma es el vacío, el vacío
es la forma), los cinco skandas son igualmente fenómenos.
¡Oh Sariputra!
Toda existencia tiene el carácter de ku, no hay ni nacimiento
ni principio, ni pureza ni impureza, ni crecimiento ni declinación.
Por ello en ku no
hay ni forma, ni skanda, ni ojo, ni oreja, ni nariz, ni lengua, ni
cuerpo, ni conciencia; no hay ni color, ni sonido, ni olor, ni gusto,
ni tacto, ni objeto de pensamiento; no hay ni saber ni ignorancia, ni
ilusión, ni fin del sufrimiento; no hay ni conocimiento, ni
provecho, ni no provecho.
Para el Bodhisattva,
gracias a esta sabiduría que conduce al más allá,
no existe ni miedo ni temor. Toda ilusión o apego están
alejados, y el puede comprender el fin último de la vida, en
Nirvana.
Todos los Budas del
pasado, presente y futuro pueden alcanzar la comprensión de
esta suprema sabiduría gracias a este encantamiento (mantra)
incomparable y sin igual, auténtico, que suprime todo
sufrimiento y permite encontrar la realidad del verdadero ku.
“Vayan, vayan,
vayan juntos más allá del más allá a la
orilla del Satori”
Vajracchedika Prajna
Paramita El sutra del diamante
Traducido desde el
inglés por Shi Chuan Fa
1. Esto es lo que he
oído. Una mañana, cuando el Buddha estaba cerca de
Shravasti, en el bosque de Jeta, en el estado de Anathapindika, Él
y Su congregación de mil doscientos cincuenta monjes fueron a
la ciudad para mendigar el desayuno; cuando regresaron y terminaron
de comer guardaron las túnicas y los cuencos y se lavaron los
pies. Entonces el Buddha tomó Su asiento y los demás se
sentaron ante él.
2. De entre la
asamblea se levantó el Venerable Subhuti. Se desnudó el
hombro derecho, se arrodilló sobre su rodilla derecha, y
juntando las palmas de las manos se inclinó ante el Buddha.
“¡Señor! -dijo- ¡Tathagata!
¡Honorado-por-todo-el-mundo! ¡Qué maravilloso es
que seamos protegidos e instruidos por Su misericordia! Señor,
cuando hombres y mujeres anuncian su deseo de seguir el Camino del
Bodhisattva, y nos preguntan cómo deberían proceder,
¿qué deberíamos decirles?”
3. “¡Bien
Subhuti! -contestó el Buddha- cuando alguien dice, ‘¡Quiero
seguir el Camino del Bodhisattva porque quiero salvar a todos los
seres; sin importarme que sean criaturas que hayan sido formadas en
un útero o incubadas en un huevo; que sus ciclos vitales sean
tan observables como el de los gusanos, insectos o mariposas, o que
aparezcan tan milagrosamente como las setas o los dioses; que sean
capaces de pensamientos profundos, o de ningún tipo de
pensamientos; hago el voto de conducir a cada uno de los seres al
Nirvana; y hasta que no estén todos allí seguros, no
recogeré mi recompensa y entraré en el Nirvana.!’
entonces, Subbhuti, debes recordar como uno-que-ha-tomado-los-votos,
que incluso si tal incontable número de seres fueran
liberados, en realidad ningún ser habría sido liberado.
Un Bodhisattva no se aferra a la ilusión de una individualidad
separada, una entidad egótica o una identificación
personal. En realidad no hay “yo” que libere, ni “ellos”
que sean liberados.
4. “Además,
Subhuti, un Bodhisattva debe estar liberado de todo deseo, ya sea de
ver, oir, oler, tocar o gustar algo, o de conducir multitudes hacia
la iluminación. Un Bodhisattva no alberga ambición. Su
amor es infinito y no puede ser limitado por las ataduras personales
o las ambiciones. Cuando el amor es infinito sus méritos son
incalculables.
“Dime Subhuti,
¿puedes medir el cielo oriental?”
“No, Señor,
no puedo.”
“¿Puedes
medir el espacio que se extiende hacia el sur, el oeste, el norte, o
hacia arriba o abajo?”
“No, Señor,
no puedo.”
“Tampoco
puedes medir los méritos de un Bodhisattva que ama, trabaja y
da sin deseo o ambición. Los Bodhisattvas deberían
prestar una atención particular a esta enseñanza.”
5. “Subhuti,
¿qué piensas? ¿Es posible describir al
Tathagata? ¿Puede ser reconocido mediante características
materiales?”
“No, Señor,
no es posible someter al Tathagata a diferenciaciones o
comparaciones.”
Entonces dijo el
Señor, “Subhuti, en el fraude del Samsara todas las
cosas son distintamente consideradas o atribuidas, pero en la verdad
del Nirvana ninguna diferenciación es posible. No se puede
describir al Tathagata.
“Aquel que
comprende que todas las cualidades no son de hecho cualidades
determinadas, percibe al Tathagata.”
6. Subhuti le
preguntó al Buddha, “Honorado-por-todo-el-mundo, ¿habrá
siempre hombres que comprendan esta enseñanza?”
El Señor
respondió, “Subhuti, ¡nunca lo dudes! Siempre
habrá Bodhisattvas virtuosos y sabios; y en los eones que
vienen, estos Bodhisattvas echarán su raices de mérito
bajo muchos árboles Bodhi. Recibirán esta enseñanza
y responderán con fe serena, siempre habrá Buddhas que
los inspiren. El Tathagata los verá y reconocerá con Su
ojo-Búdico, ya que en estos Bodhisattvas no habrá
obstrucciones, ni percepción de un yo individual, ni
percepción de un ser separado, ni percepción de un
alma, ni percepción de una persona. Y estos Bodhisattvas no
considerarán las cosas como si fueran contenedores de
cualidades intrínsecas, ni como si estuvieran desprovistas de
cualidades intrínsecas. Tampoco discriminarán entre
bien y mal. La discriminación entre conducta virtuosa y no
virtuosa debe utilizarse al igual que una balsa. Una vez que lleva a
uno-que-cruza-la-corriente hasta la otra orilla se abandona.
7. “Dime
Subhuti, ¿ha logrado el Tathagata la Iluminación
Perfecta que Trasciende las Comparaciones? De ser así, ¿hay
algo sobre ella que el Tathagata pueda enseñar?
Subhuti respondió,
“Tal como entiendo la enseñanza, la Iluminación
Perfecta que Trasciende las Comparaciones no puede ser alcanzada ni
atrapada, como tampoco puede ser enseñada. ¿Por qué?
Porque el Tathagata
ha dicho que la Verdad no es una cosa que pueda ser diferenciada o
contenida, y por lo tanto, la Verdad no puede ser atrapada ni
expresada. La Verdad ni es ni no es.
8. Entonces el Señor
preguntó, “Si alguien llenara tres mil galaxias con los
siete tesoros -oro, plata, lapislázuli, cristal, perlas rojas
y cornalina- y lo diera todo como regalos de caridad, ¿obtendría
mucho mérito?”
Subhuti respondió,
“Señor, en efecto adquirirá gran mértio,
aunque en verdad, no tiene una existencia separada a la que el mérito
pueda acumularse.”
Entonces dijo el
Buddha, “Suponte que alguien haya comprendido solamente cuatro
líneas de nuestro Discurso, pero a pesar de eso se ve movido a
explicárselas a otro; entonces, Subhuti, su mérito será
mayor que el de aquel que pratica la caridad. ¿Por qué?
¡Porque este Discurso puede producir Buddhas! ¡Este
Discurso revela la Iluminación Perfecta que Transciende las
Comparaciones!”
9. “Dime,
Subhuti, ¿un discípulo que comienza a cruzar la
Corriente se dirá a sí mismo, ’soy merecedor de
los honores y recompensas de uno-que-entra-en-la-Corriente’?”
“No, Señor.
Un verdadero uno-que-entra-en-la-Corriente no pensará en sí
mismo como una entidad egótica separada que pueda ser digna de
algo. Solo se puede decir que verdaderamente ha entrado en la
Corriente aquel discípulo que no diferencia entre él
mismo y los demás, que no toma en consideración nombre,
forma, sonido, olor, gusto, tacto, o cualquier otra cualidad.”
“¿Un
adepto que está sujeto a tan solo un renacimiento más
se dirá a sí mismo, ’soy merecedor de los honores
y recompensas de uno-que-solo-va-a-renacer-una-vez’?”
“No, Señor.
‘Uno-que-solo-va-a-renacer-una-vez’ es tan solo un
nombre. No hay dejar de existir, tampoco comenzar a ser. Solo se
puede llamar adepto a alguien que haya comprendido esto.”
“¿Un
Venerable que no volverá a renacer como mortal se dirá
a sí mismo, ’soy merecedor de los honores y recompensas
de uno-que-no-va-a-volver.’?”
“No,
Honorado-por-todo-el-mundo. ‘Uno-que-no-va-a-volver’ es
tan solo un nombre. No hay retorno ni no retorno.”
“Dime Subhuti,
¿se dirá un Buddha a sí mismo, ‘he
alcanzado la Iluminación Perfecta.’?”
“No, Señor.
No hay una Iluminación Perfecta que alcanzar. Señor, si
un Buddha Perfectamente Iluminado se dijera, ‘así soy
yo’, estaría admitiendo una identidad individual, un yo
y una personalidad independientes, y en tal caso no sería un
Buddha Perfectamente Iluminado.”
“¡Oh,
Honorado-por-todo-el-mundo! Ha declarado que yo, Subhuti, sobresalgo
entre Sus hombres santos en el conocimiento de la bienaventuranza del
samadhi, en estar prefectamente contento en soledad, y en estar libre
de pasiones. Pero no me digo, “así soy yo”, porque
si alguna vez pensara en mí mismo de tal manera, no sería
verdad que he escapado de la ilusión del ego. Sé que en
realidad no existe Subhuti y que por lo tanto Subhuti no mora en
ninguna parte, que ni conoce ni ignora la bienaventuranza, que ni es
libre ni es esclavo de las pasiones.”
10. Dijo el Buddha,
“Subhuti, ¿qué piensas? En el pasado, cuando el
Thatagata estuvo con Dipankara, el Completmente Iluminado, ¿aprendí
alguna doctrina de él?”
“No, Señor.
No existe una doctrina que pueda ser aprendida.”
“Subhuti, date
cuenta también de que si un Bodhisattva dijera, “crearé
un paraiso”, estaría hablando falsamente. ¿Y por
qué? Porque un paraiso no puede ser creado ni no creado.
“Date cuenta
entonces, Subhuti, que todos los Bodhisattvas, grandes o menores,
experimentarán la mente pura que sigue a la extinción
del ego. Una mente como esta no discrimina haciendo juicios sobre
sonido, sabor, tacto, olor, o cualquier otra cualidad. Un Bodhisattva
debería desarrollar una mente que no forme ataduras ni
aversiones hacia nada.
“Suponte que
un hombre estuviera dotado de un cuerpo grande, tan grande como el de
Sumeru, rey de las montañas. ¿Sería grande su
cuerpo?”
“Sí,
Señor. Sería grande, pero ‘cuerpo’ es tan
solo un nombre. En realidad, él ni existiría ni no
existiría.”
11. Subhuti, si
hubiese tantos ríos Ganges como granos de arena hay en el
lecho del Ganges, ¿serían muchos los granos de arena de
todos ellos?”
“Sí,
muchos, Honorado-por-todo-el-mundo. ¡Sería imposible
contar todos los ríos Ganges, y mucho más sus granos de
arena!”
“Subhuti, te
diré una gran verdad. Si alguien llenara tres mil galaxias con
los siete tesoros por cada grano de arena de todos esos ríos
Ganges, y las diera como caridad, ¿obtendría un gran
mértiro?”
“Realmente
grande, Señor.”
Entonces el Buddha
declaró, “Subhuti, si alguien estudia nuestro Discurso y
comprende solamente cuatro líneas, pero se las explica a otro,
el mérito conquistado será mucho más grande.”
12. “Además,
Subhuti, en cualquier lugar que sean pronunciadas estas cuatro
líneas, ese lugar debería ser venerado como un
Santuario del Buddha. ¡Y la veneración debería
ser mayor cuanto mayor fuera el número de líneas
explicadas!
“Alguien que
comprenda y explique este Discurso en su totalidad alcanza la más
alta y más maravillosa de todas las verdades. Y dondequiera
que la explicación sea dada, allí, en ese lugar,
deberías conducirte como si estuvieras en presencia del
Buddha. En ese lugar deberías hacer reverencia y ofrecer
flores e incienso.”
13. Entonces Subhuti
prenguntó, “Honorado-por-todo-el-mundo, ¿cómo
se debería llamar este Discurso?”
El Buddha respondió,
“Este discurso deberá ser conocido como El Vajracchedika
Prajna Paramita - El Diamante Cortador de Sabiduría
Trascendental - porque la Enseñanza es fuerte y afilada como
un diamante que corta a través de los malos enjuiciamientos y
la ilusión.”
14. En ese momento
el impacto del Dharma provocó lágrimas en Subhuti.
Entonces, mientras se limpiaba la cara, dijo, “¡Señor,
qué precioso es que vos pronunciéis este profundo
Discurso! Hace tiempo que se abrió mi ojo de la sabiduría
por primera vez; pero desde entonces hasta ahora nunca había
escuchado un explicación tan maravillosa sobre la naturaleza
de la Realidad Fundamental.
“Señor,
sé que en años venideros habrá muchos hombres y
mujeres que, aprendiendo de nuestro Discurso, lo recibirán con
fe y entendimiento. Serán liberados de la idea de una
identidad egótica, liberados de la idea de un alma personal,
liberados de la idea de un ser individual o una existencia separada.
¡Qué memorable logró será esta libertad!”
16. “Subhuti,
aunque en este mundo ha habido millones y millones de Buddhas, y
todos merecedores de gran mérito, el mérito más
grande de todos le corresponderá al hombre o mujer que, al
final de nuestra Época Búdica, en el último
periodo de quinientos años, reciba este discurso, lo
considere, ponga su fe en él, y entonces se lo explique a
otro, salvando así nuestra Buena Doctrina del colapso final.”
17. “Señor,
¿cómo deberíamos entonces instruir a aquellos
que desean tomar los votos de Bodhisattva?”
Decidles que si
desean alcanzar la Iluminación Perfecta que Trasciende las
Comparaciones deben ser resueltos en sus actitudes. Deben estar
decididos a liberar a cada uno de los seres vivos, aunque en realidad
comprendan que no hay seres individuales o separados.
“Subhuti, para
ser llamado verdaderamente Bodhisattva, un Bodhisattva debe estar
completamente desprovisto de cualquier concepción de un sí
mismo.
18. “Dime,
Subhuti. ¿Posee el Tathagata el ojo humano?
“Sí,
Señor, lo tiene.”
“¿Posee
el Tathagata el ojo divino?”
“Sí,
Señor, lo tiene.”
“¿Posee
el Tathagata el ojo espiritual?”
“Sí,
Honorado-por-todo-el-mundo.”
“¿Y
posee el ojo de la sabiduría trascendetal?
“Sí,
Señor.”
“¿Y
posee el Tathagata el ojo-Búdico de la omnisciencia?”
“Sí,
Señor, lo tiene.”
“Subhuti,
aunque hay incontables Tierras Búdicas, e incontables seres de
formaciones mentales muy diferentes en esas Tierras Búdicas,
el Tathagata los comprende a todos con su Mente que Todo lo Abarca.
Pero en cuanto a sus formaciones mentales, simplemente se las llama
“mentales”. Tales formaciones mentes no tienen existencia
real. Subhuti, es imposible retener estados mentales pasados,
imposible mantener estados mentales presentes, e imposible aprehender
estados mentales futuros, ya que en ninguna de sus actividades tiene
la mente substancia o existencia.”
32. “Y por
último, Subhuti, date cuenta de nuevo de que si un hombre da
todo lo que tiene -tesoro suficiente para llenar innumerables mundos-
y otro hombre o mujer despierta al pensamiento puro de la Iluminación
y toma solamente cuatro líneas de este Discurso, las recita,
las considera, las comprende, y entonces, para el beneficio de los
demás, da a conocer estas líneas y las explica, su
mérito será el mayor de todos.
“Ahora,
¿cuáles deberían ser las formas de un
Bodhisattva cuando explica estas líneas? Debería estar
desprendido de las cosas fraudulentas del Samsara y debería
morar en la verdad eterna de la Realidad. Debería saber que el
ego es un fantasma y que tal engaño no tiene que seguir
existiendo.
Y así debería
mirar el mundo temporal del ego-
“Como una
estrella que cae, o Venus eclipsada por el alba,
Un burbuja en una
corriente, un sueño,
La llama de una vela
que chisporrotea y se va.”
Cuando el Buddha
hubo terminado, el Venerable Subhuti y el resto de asamblea se llenó
de gozo con Su enseñanza; y llevándola sinceramente en
el corazón, emprendieron sus caminos.
* Una versión
abreviada. Las secciones de la 19 a la 31 han sido omitadas debido a
que repiten secciones previas. El capítulo 17 ha sido omitido
por el traductor, Edward Conzen porque, según sus palabras:
“En el capítulo 17 el sutra se repite. La pregunta del
capítulo 2 se formula de nuevo, y lo mismo sucede con la
respuesta del capítulo 3. 17-a-d considera sucesivamente tres
etapas de la vida del Bodhisattva, tal como sucede en los capítulos
del 3 al 5, y de nuevo en el 10. Con la ausencia de una entidad real
como idea principal, el capítulo 27 vuelve una vez más
sobre materia ya vista. 17a corresponde al 3; 17b al 10a; 17d al 7;
14g al final del 8; 17e al 10c; y 17g al 10b
“Tao de la
Física”
Fritjof Capra. Traducción Mogens
Gallardo.Los textos aqui publicados son del libro¿Que es el
Zen?,y Manual
Zen.agradecemos la gentileza de los amigos que nos
facilitaron este maravilloso
libro.Basado en el libro de
Corporación de estudios y artes orientales
ZEN KITAIDO,
Manual Budismo Zen.
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